viernes, 28 de febrero de 2014

El cajón de la limpieza


El año pasado me cansé de ver tres latas que tenía sobre la alacena.
Las puse en una bolsa y fuí a una compra venta de objetos antiguos, decidida a hacer un trueque.
O sea, no sacar ni un peso de mi bolsillo y llevarme otra cosa que me guste.
Lo logré.

Cuando mi marido me vió aparecer con este cajón roñoso vintage, lo único que dijo fue: "prefería las latas"




Lo bueno es que del cajón vintage no todos hacen leña, y pudo sobrevivir varios meses en un rincón de la cocina, un poco camuflado hasta que yo decidiera qué hacer con él.


Un día, vino mi viejo a casa y me ayudó a cortarle algunas de las divisiones, (tenía doce cuadrados iguales, porque era un cajón de cerveza)

Quedó así:







Los cuadrados más grandes estaban destinados a los bidones de lavandina, o de desodorante para el piso.

Las otras divisiones, para cera, limpiador cremoso y cosas por el estilo.


Lo pinté de blanco, con látex.


(Esto fue ayer a la tardecita, por eso la luz tan rara)


Y mientras pintaba, pensaba:

"le hago decoupage"

"...le cuelgo unas tulmas, o unas borlas..."

"...le pongo un cartel..."

"...le hago transferencia..."

"...le agrego los eslabones que me quedaron del reloj ..."

"¡le pongo ruedas!!!"



Así que le atornillé rueditas




Para que se deslice fácilmente




Y en la lata donde tenía guardadas las ruedas, encontré este tirador




Lo atornillé y quedó listo.

Ahora lo puse en el mismo lugar donde lo tenía acovachado,

pero con una función definida: es el cajón de la limpieza .



Con este trabajo me sumo al Finde Frugal de  Marcela

Gracias a esta quedada, me estoy poniendo las pilas para terminar cosas en casa.

¡Buen finde!!!!

martes, 25 de febrero de 2014

Ajíes en vinagre...y una yapa


Así como en Hollywood hay una temporada de premios y viene una alfombra roja detrás de la otra; a unos años luz de glamour de distancia, en casa es temporada de conservas.
 Y hacemos todas las semanas algo. Hoy le tocó a los ajíes dulces en vinagre.
 El sábado fuimos a la feria a comprar, y si bien siempre prefiero envasar los de color verde, éstos estaban
hermosos y me los traje a casa.




Antes que nada, hay que poner a hervir el vinagre. La proporción es 3/4 litros (750 c.c.)  de vinagre blanco, o sea, vinagre de alcohol por 1/4 litro (250 c.c.) de agua. Le agregan un puñadito de sal gruesa



Y lo retiran del fuego apenas rompe el hervor. Lo dejan enfriar. 

Eligen los ajíes más sanos y firmes. Los lavan y los acomodan en  frascos, tratando de ocupar bien los espacios, pero sin romperlos al presionar.



 Agregan unos granitos de pimienta negra y una o dos hojas de laurel




Llenan los frascos con el vinagre ya frío, cubriendo los ajíes, y tapan.



Como en todas nuestras conservas, usamos las etiquetas de Cathe Holden , para darles un aspecto más lindo y "terminado". Esperen por lo menos dos meses antes de consumirlos.




 Lo lógico sería que el post finalice acá. Pero ya saben, la cabra tira al monte, y mientras el vinagre hervía, yo no podía dejar de mirar los envases, tratando de acordarme dónde había visto algo parecido a los tapones vertedores de esas botellas. 


Hasta que me acordé: lo ví en unos selladores de bolsas que venden por catálogo.

Y me guardé todos los tapones




Porque, usándolos al revés de como vienen en la botella, funcionan perfecto para cerrar las bolsas que andan dando vuelta en la alacena  :)








Vamos a ver cómo andamos con los tiempos...Próximamente envasaremos berenjenas!!!

sábado, 22 de febrero de 2014

Sincericidio

No es fácil para mí escribir esto. Estuve un buen rato debatiéndome entre hacer lo políticamente correcto, o hacer lo que de verdad tenía ganas de hacer. Opté por lo segundo.

Resulta que Pi, del blog  "Mis cosas favoritas", me nominó para un premio.
El blog de Pi me encanta, de vez en cuando me doy una vueltita y disfruto de todas las cosas que ella publica. Así que me sentí muy halagada de que me haya nominado. Pero...

Pero quiero que la gente que llega a mi blog se quede porque le interesa lo que publico y no porque es una condición de un premio hacerse mi seguidor.

Pero quiero recomendar los blogs que me gustan simplemente por eso, porque me gustan, y no andar rebotando por la blogósfera buscando once blogs de menos de doscientos seguidores para recomendar, sólo para cumplir con la condición del premio.

Yo sé positivamente que este tipo de cadenas sirve para hacer conocidos los blogs ignotos como el mío, y que ayuda sobre todo a la gente que tiene un microemprendimiento. No es mi caso. No vendo nada, no ofrezco servicios, simplemente comparto ideas en este espacio. Y me gusta pasar por otros blogs y comentar si el post está bueno, aunque lo haya publicado en marzo de 2010 a las tres de la tarde. No  importa. Yo lo veo hoy, hoy me gusta, hoy comento.

Bueno, nada, ya está. No se ofendan.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Salsa de tomate

Estoy tratando penosamente de redactar esta entrada usando la tablet de mi hija y la netbook de mi sobrino, ya que a mi compu se le dio por romperse en el momento más oportuno. En, fin, lo prometido es deuda.
Yo hago dos tipos de salsa de tomate: una para las pizzas, y otra para hacer tuco. La única diferencia es que a la salsa para tuco le agrego zanahorias ralladas.
 Compré tomates perita, no demasiado maduros.
Lo bueno es que en la zona donde vivimos podemos comprarlos directamente a los productores, recién cosechados.


Los lavamos, los sumergimos un par de minutos en agua hirviendo, y los sacamos apenas estalla la piel. Esto facilita mucho el pelarlos.


 Una vez pelados, los  cortamos a la mitad y les sacamos las semillas (si queda alguna no pasa nada, simplemente es para que no tengan tanto líquido.)



 Los procesamos, aunque también pueden triturarse a mano.



Cada familia tiene su forma de hacer la salsa. Nosotros adoptamos la receta de mi suegra. Así que la cocinamos antes de envasarla. En una olla ponemos cebolla picada ,los tomates triturados, una cucharada de azúcar para neutralizar la acidez, orégano, sal, un toque de pimienta, y ají molido.


No puedo darles precisiones sobre la cantidad de condimentos. Yo lo hago "a ojo de buen cubero".' Vayan probando.



Cuando está cocinado, tarda unos veinte minutos aproximadamente, lo retiramos del fuego y lo envasamos en frascos de medio kilo, que se pueden esterilizar previamente hirviéndolos  diez minutos en agua. Después los le ponemos una capa muy delgada de aceite por encima, para evitar que el aire los eche a perder, y los tapamos con  el mismo tipo de tapas que usamos con los duraznos del post anterior. Pueden pasarle un algodón embebido en alcohol para matar posibles gérmenes.


  Tapamos bien y los acomodamos en una olla, los cubrimos con agua caliente, porque la salsa también lo está y no queremos cambios bruscos de temperatura, y contamos media hora desde que rompe el hervor.
Se pueden dejar enfriar en la olla si no quieren correr riesgos de quemarse al sacarlos.



Como decía al comienzo, hacemos una especie de tuco, le ponemos varias zanahorias ralladas muy finas, y así lo único que se agrega en el momento de usar es carne o pollo, eso nos ahorra tiempo en la cocina.

Usamos el típico frasco de mermelada para la salsa, porque es la cantidad habitual para una comida, no queda un sobrante dando vueltas varios días en la heladera, y la boca ancha permite vaciarlo con facilidad.

Las etiquetas son otro modelo de las diseñadas por Cathe  Holden, en el post anterior encontrarán el enlace para descargarlas.


Uffff...ya está. Voy a devolver la netbook y a rogar porque mi computadora vuelva lo antes posible!!!!!!

viernes, 14 de febrero de 2014

Envasando duraznos

Para hoy, tenía pensada otra entrada. Pero resulta que no alcancé a prepararla porque nos regalaron un cajón de duraznos para envasar.

Y toda la familia se puso manos a la obra. Hasta una tía que estaba de visita colaboró.

Este es el resultado:



Veintitrés frascos de duraznos al natural.

No para vender, sino para consumir durante el año.

Y pensé que las etiquetas que tradicionalmente les pego a mis frascos para que se vean más lindos podían participar del Finde Frugal de Marcela.

Las empecé a usar en 2012. Son unas etiquetas de descarga gratuita, diseñadas por Cathe Holden,que pueden conseguir acá. Las descargué y edité para las distintas conservas que hacemos.

Las imprimí




Recorté con paciencia



Y las pegué con cinta transparente cuando los frascos ya estaban fríos y listos para guardar.





Si quieren saber cómo se preparan los duraznos, les cuento:

Necesitan duraznos firmes. Los parten por la mitad antes de pelarlos, porque son la variedad que no despega el carozo, y si los pelan se ponen resbaladizos y cuesta más separar las mitades.

Le sacan el carozo con una cuchara. Lavan los frascos muy bien y les ponen azúcar en el fondo



Este truco me lo enseñó mi suegra, así no tienen que preparar almíbar. Para los frascos grandes puse seis cucharadas, y para los más chicos, cuatro.

Agregan una taza de agua tibia y disuelven el azúcar. Después acomodan las mitades de los duraznos dentro del frasco tratando de utilizar todo el espacio disponible. Completan con agua tibia hasta llegar al borde del frasco.
Los tapan con este tipo de tapas, que acá se llaman tapas axiales, y que se cierran herméticamente al girarlas, teniendo la precaución de apretarlas bien.





Después, acomodan los frascos en una olla o lata grande, poniendo un repasador en el fondo para evitar que se golpeen,  y  los cubren totalmente con agua. Los ponen a hervir, contando diez minutos desde que empieza la ebullición; apagan la hornalla, los retiran con cuidado de no quemarse y los colocan boca abajo sobre un paño o mantel para que terminen de sellarse.



Con esta propuesta, me sumo una vez más al Finde Frugal


¡Y ya tengo duraznos en conserva para todo el año!!



viernes, 7 de febrero de 2014

Un envoltorio de emergencia

¿Nunca les pasó que tenían que hacer un regalo y se olvidaron de comprar papel para envolverlo?

 ¿O buscan desesperadamente un moño y no lo encuentran por ningún lado?

He aquí una solución de emergencia



Si son guardacosas como yo, seguro que tienen este tipo de bolsas de las tiendas de ropa:




Recortan el estampado y descartan la parte que tiene el nombre de la tienda.

Le sacan las manijas





La mayoría de estas manijas son de papel enrollado, también conocido como cinta cable y se puede comprar por metro en las artísticas



Despliegan totalmente uno de los tramos 



Lo doblan por la mitad para formar la parte superior del moño. Después lo sujetan con el otro tramo sin desplegar y lo atan




Ahora, comienzan a desenrollar las colitas del moño desde los extremos



(Necesito un curso de fotografía y una manicura, en ese orden)



Y ya pueden salir del paso con su envoltorio




De esta manera, me sumo una vez más al Finde Frugal de Marcela




Y me voy a visitar las demás propuestas! Buen finde!!!!!




miércoles, 5 de febrero de 2014

Cosas de princesa

Es el cumple de Agustina, una princesa.
Entonces...¿qué puedo regalarle?

Obviamente, cosas de princesa




Una llave para la puerta de su dormitorio




Y un portarretrato exclusivo para fotos de princesas





(Perdón por las fotos, la luz es malísima)


Compré todas las cosas en una artística: Letras, molduras, el portarretratos




Un par de manos de látex blanco



Después,pinté un fondo de acrílico tornasol, y los arabescos con un flotado de acrílico rosa




Pinté las letras con rosa más oscuro



Una vez secas, les pasé cola vinílica con pincel y las espolvorée con givré


Porque...las princesas adoran el brillo





Fui a buscar más detalles a mi caja de herramientas y encontré mostacillas y strass





Y brillito blanco para la corona




Pegué las letras y las molduras con pegamento universal (unipox) pero el strass y las mostacillas están adheridos con pegamento instantáneo (La Gotita)  para evitar que se caigan.

Iba a poner una florcita en cada punta de la corona del portarretratos, y debajo la moldura y la letra "A".


Pero la moldura se rompió y tuve que pensar una alternativa



Otra distribución, también con flotado, strass y brillos


 Un cartelito con la impresora y trabajo terminado





Ahora, a esperar el veredicto de Su Alteza.

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