jueves, 30 de junio de 2016

Un poco más de respeto



Por distintas razones que ya comentaré,  no estuve posteando en el blog. Pero tampoco pude desconectarme del todo de esta virtualidad donde tanta gente talentosa comparte lo que hace.

Las personas que pasan por acá desde hace tiempo saben que yo no vendo nada, que este blog es un espacio para compartir ideas, e intercambiar pensamientos con gente que tiene los mismos intereses.

Pero de un tiempo a esta parte estoy viendo que se están naturalizando prácticas que no son para nada sanas, ni inocentes.

Supongamos que un día me levanto y se me ocurre dar un taller de cocina, por ejemplo.

Entonces armo todo, decido de  cuántas horas va a ser el taller, cuánto voy a cobrar, dónde lo voy a dar, etc. etc.

Tengo que promocionarlo.  Ah, ya sé...voy a hacer unos lindos volantes (o flyers) virtuales, para ponerlos en el blog, en Facebook, en Instagram y en Twitter.

Tienen que ser atractivos, así que les voy a poner las mejores fotos que tenga. Mmm...no tengo ninguna foto buena. No importa. Me meto a Pinterest, o a Google Images, y veo qué hay.

Ah, mirá...Juanita Pérez tiene unas fotos buenísimas. Listo. Copio. Pego. Quedaron geniales.

Total, no importa que Juanita Pérez no lo sepa. Ella ahora está viviendo en Islandia, ni se va a enterar. Además, no creo que le moleste, si las publicó en el blog será para compartirlas...

Y en un par de clicks, me pasé por el traste que Juanita Pérez se compró una cámara más o menos buena en dieciocho cuotas, que estuvo haciendo equilibrio sobre una silla en la cocina de su casa para lograr ese ángulo en la foto que tanto me gusta, que se pagó el curso de fotografía, que antes de lograr esa toma estuvo dos días probando con distintas luces, que cocinó  ese plato para poder fotografiarlo, que invirtió en vajilla, en ingredientes y en accesorios  para obtener esa imagen que a mí me llevó medio segundo pegar en mi flyer.

Bien. Ya lo publiqué.   ¡Qué suerte!!! Se anotaron 20 personas.

Pero están un poco molestas porque quieren saber en qué momento vamos a hacer el plato de la foto.
Yo ya les dije que no, que esa foto era ilustrativa, que no vamos a cocinar eso. Dicen que se sienten estafados. Bueno, ya está...al final no se conforman con nada, con el arancel que les cobré no sé que pretenden, salir del taller siendo Jamie Oliver...

Este mismo ejemplo se aplica al taller de origami, de bordado, de pintura en tela, de patinado de muebles, de lo que se les ocurra.

No naturalicemos el robo, ni la estafa, no está bueno pensar que total no pasa nada. Si vemos que hay gente usando el laburo de otros para promocionar lo suyo, digámoslo. Y si no nos animamos a decirlo porque nadie nos dio vela en ese entierro, por lo menos, por mensaje privado, alertemos al damnificado, y decidirá qué hacer.

Así nos cuidamos entre todos, porque mañana, Juanita Pérez puedo ser yo, podés ser vos, puede ser cualquiera. Acá no hay "malentendidos". Es una cuestión de ética.

Y tanto escándalo por una foto. Sí, ¿sabés por qué? Porque hay trabajo, tiempo y plata detrás de esa foto.  Y porque capaz que si yo le mandaba un mail a Juanita, me dejaba usar la imagen siempre y cuando mencionara su autoría...o no, pero está en todo su derecho, porque es SU trabajo.

 Quizás para ustedes no sea algo tan importante, pero a mí me saca de las casillas ver cada vez más gente procediendo de esta manera.

Somos todos grandes. Un poco más de respeto, por favor.
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